La Torre Vaíllo es uno de esos elementos representativos del carácter de vigilancia y defensivo de las ciudades. Construida entre los siglos XV y XVI, desde sus alturas era posible divisar cualquier señal de peligro y avisar a los habitantes de la villa para su protección... O su acción (¡porque la villa se defiende!).
Su fisonomía dificultaba tanto la aproximación como el ataque, pero facilitaba la defensa al eliminar los ángulos muertos (porque, si se observa detenidamente, se percibe que no es una edificación recta, sino que su base está ligeramente ensanchada respecto a las alturas). Ante la presencia de bandoleros y asaltadores de caminos, torres como esta custodiaban la población de Elche y sus aledaños... Y esto fue antes, por supuesto, de proteger la costa (que esos peligros también acechaban).
El nombre de la torre proviene de la familia que ostentó su titularidad: los Vaíllo de Llanos, condes de Torrellano. Como curiosidad, el apellido también podía escribirse como Baíllo o Vahíllo, siendo la más aceptada la primera de estas dos últimas.
Los sábados y domingos, de 10:00 a 14:00, la entrada es libre y gratuita. ¿A qué esperas para disfrutar de unas maravillosas vistas del Palmeral, ese que el propio Hans Christian Andersen veneró en 1862?