"(...) El Museo Escolar de Pusol es un proyecto educativo-museístico que se desarrolla desde 1968 en la escuela unitaria de la pedanía rural de Puçol, en Elche (Alicante). Su principal actividad es la educación de escolares utilizando el patrimonio y la cultura local como recursos didácticos, al tiempo que conserva y pone en valor dichos recursos con su labor museística (...)."
Con tan sólo leer estas palabras en la web del sitio, dan unas ganas tremendas de perderse en este lugar. Buscar fuera lo que hay dentro es una peligrosa costumbre, pues nos aleja de lo nuestro, de lo autóctono, de lo local... De esos espacios que forman parte de nuestra propia idiosincrasia. De ahí que la decisión estuviera tomada desde hacía mucho tiempo, hasta que la emergencia sanitaria obligó a confinarse.
El motivo de optar por el Museo Pusol está claro. Ya no sólo se trata de un producto local, sino que debemos sentirnos responsables a la hora de contribuir a mejorar sectores tan castigados por la pandemia como el turismo o la cultura. Los aforos están controlados y las medidas de seguridad son excepcionales: la visita puede realizarse cómodamente, sin sentir ningún miedo, y disfrutando de las distintas exposiciones, que es lo que verdaderamente importa.
Dentro del recinto existen dos recorridos diferentes: uno centrado en el campo y, otro, en la ciudad. Mientras la zona dedicada al campo dispone de una diferenciación entre las viviendas y la propia evolución de los oficios, la zona de ciudad se centra en los comercios más emblemáticos de la calle El Salvador, tan nuestra, tan añorada. Es como formar parte del pasado, como volar, sintiendo ese olor tan peculiar que desprenden los objetos antiguos, mientras tu mente se disipa entre los recuerdos de tus padres y abuelos.
Uno de los espacios más emblemáticos es, quizás, la recreación de una pequeña capilla que, en su día, estuvo emplazada en la Torre de la Calahorra. Este espacio recoge lo mejor del arte sacro que alberga el museo: misales, candeleros, imágenes, y la pieza más singular de todas, la orla funeraria ofrecida por el Ayuntamiento de Elche, esposa e hija, ante el fallecimiento de Aureliano Ibarra, uno de los personajes más ilustres de la ciudad.
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