Si bien esta construcción está integrada en la antigua muralla, sus últimos años los pasó reconvertida en vivienda particular. La Torre de la Calahorra de Elche fue erigida a finales del siglo XIII y custodiaba una de las puertas de la ciudad, concretamente, la Lucentina, camino de Alicante. Fue en los siglos XV y XVI cuando se le adosó una casa señorial, la cual ha ido modificando progresivamente su estructura debido al deterioro y la climatología.
No tiene ningún desperdicio su visita, al poder disfrutar ya no sólo de la mayoría de las estancias de la vivienda señorial, sino de su sótano, antiguas mazmorras y cuna de leyendas y misterios de lo más variopinto. Aunque una de sus salas alberga frescos pintados a principios del siglo XX, con distintas panorámicas de la ciudad, quizás lo más representativo sea la famosa "sala de la masonería."
En su día, Pere Ibarra ordenó la decoración de esta sala con decoración egipcia y motivos masones, al tratarse del lugar de reunión de la logia fundada en Elche en 1878. Todo apunta a que, en lugar de practicar el rito escocés, esta logia se centraba en el rito egipcio. ¡Todo un misterio!
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